sábado, 11 de octubre de 2014

(Segunda) Feria (Local) del Libro

19:24 Posted by Unknown , , No comments
En estos días, en mi ciudad se está llevando a cabo la segunda edición de la feria del Libro. Mis acciones lógicas son evidentes: con poco dinero y todo, no me pude resistir, y a la caza y pesca de ejemplares fui. No me traje todo lo que hubiese querido, pero sí varios tomos que ayudarán a paliar mi sequía literaria de estos días (ya me he leído casi todo lo que me interesaba de mi biblioteca local).

La carne es débil
Mi recompensa ha sido variada: los encontré en puestos de libros usados, en editoriales especializadas, en una caja de una comiquería. Uno me llamó por su sinopsis, que no sé si es novela o no, otro por ser la obra en que se basa una película de Federico Fellini (creo), y así.

Me he traído un tomo introductorio a la Logosofía, o "La evolución consciente de la humanidad". Mi madre hizo cursos relacionados, y me interesa mucho el tema, más aún al saber que no hay contradicciones
aparentes entre el ateísmo y la disciplina (veré más adelante si se aplica a mi caso).

Me atrajo "La guerra de la cuarta dimensión" por su título, su resumen en la
contratapa me tentó, y el precio de oferta me decidió. Suena a distopia donde se mezclan diversos temas, desde diversos ángulos, sobre la implantación de un régimen totalitario. Fue lo primero que compré en la Feria, pero no lo último, ni de lejos.

"El fabricante de lluvia" parece ser uno de esos libros donde se puede interpretar lo que se desee, según lo que se quiera tomar en cuenta. Decidí darle una oportunidad, y en el mismo puesto, un local de libros usados, locales y clásicos con décadas de antigüedad, me encontré "El paraíso de
las mujeres", que me recordó al título de la película de Fellini... que no es homónima pero puede ser. De todos modos, me interesa ver cómo es representado un mundo donde impera el lado femenino.

Los últimos tres tomos son libros usados, que han tenido al menos un dueño antes que yo, y hay detalles donde se nota. No sólo que no son nuevos, sino que sus anteriores lectores los trataron con cuidado. Empiezan a oler como ese delicioso aroma a chocolate de los libros viejos, aunque a algunos le falta. En los siguientes días le hincaré el diente y el ojo a más de uno de ellos, a ver si son lo que espero, y si no lo son, a ver con qué me deleitan: una cierto inesperado, o una enseñanza para el futuro.

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