Bipa no cree en los cuentos de hadas. No le interesa nada más allá
de las cuevas donde vive su gente. En cambio, su amigo Aer, el hijo del
extranjero, parece que cada vez se aleja más de la realidad y va
dejándose absorber por el brillo de la estrella azul... donde dicen que
vive la Emperatriz de los Etéreos. ¿Por qué quiere partir si en el
exterior solo hay hielo y, al parecer, lo único que se encuentra es la
muerte?
Autora: Laura Gallego
Saga: No
Páginas: 583
Editorial: Alfaguara
Año de publicación: 2008
Año de Edición: 2008
Año de Edición: 2008
Encuadernación: Tapa blanda con solapa.
Laura Gallego es, a mi parecer, la escritora con el talento para traer mundos como Philiph K Dick. La diferencia más evidente, además del género, es que Gallego sabe cómo explicar su mundo, además de crearlo. Y el número de páginas. Y que ella hace personajes con los que empatizas.
La vida en las cuevas es todo lo que Bipa conoce. Chica criada bajo tierra, pastoreando el ganado y viviendo con su padre en una comunidad que tiene entendido que afuera sólo hay hielo, frío y muerte. Pero en toda comunidad hay gente rara, y Aer quiere salir a buscar a la emperatriz, algo que, según Bipa, es una leyenda, un cuento de hadas. Nadie lo va a detener, y cuando al fin se va... Bipa va a buscar al atolondrado.
Es que hay que tener cabeza dura para ir solo a buscar aventuras. Al menos, Bipa se encuentra con algunas personas que la ayudan, o que comparten, en parte, sus objetivos, pero Aer no. En el camino, se ve parte del mundo que habitan los dos, sus gentes y parte de su cultura. No toda persona es buena, y hay quienes no podrían considerarse personas siquiera, pero te caen. Bien o mal, te caen.
Sin arruinarles el final, el mundo es uno de esos que están en una etapa curiosa. Quien le da título a la novela es un cuento de hadas al inicio, pero genera una influencia que se ve conforme pasan las páginas. Hay cosas, elementos, detalles que encajan al final, y es entonces cuando comprendes cuán erradas, o acertadas, estaban tus sospechas.
La vida en las cuevas es todo lo que Bipa conoce. Chica criada bajo tierra, pastoreando el ganado y viviendo con su padre en una comunidad que tiene entendido que afuera sólo hay hielo, frío y muerte. Pero en toda comunidad hay gente rara, y Aer quiere salir a buscar a la emperatriz, algo que, según Bipa, es una leyenda, un cuento de hadas. Nadie lo va a detener, y cuando al fin se va... Bipa va a buscar al atolondrado.
Es que hay que tener cabeza dura para ir solo a buscar aventuras. Al menos, Bipa se encuentra con algunas personas que la ayudan, o que comparten, en parte, sus objetivos, pero Aer no. En el camino, se ve parte del mundo que habitan los dos, sus gentes y parte de su cultura. No toda persona es buena, y hay quienes no podrían considerarse personas siquiera, pero te caen. Bien o mal, te caen.
Sin arruinarles el final, el mundo es uno de esos que están en una etapa curiosa. Quien le da título a la novela es un cuento de hadas al inicio, pero genera una influencia que se ve conforme pasan las páginas. Hay cosas, elementos, detalles que encajan al final, y es entonces cuando comprendes cuán erradas, o acertadas, estaban tus sospechas.
Nota final: 8/10
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