Un laberinto de plantas crece de la noche a la mañana en la legendaria ciudad de Zyl. Los habitantes quedan atrapados en sus casas, y la vida y los juegos se detienen. En medio del caos vegetal, Iván Dragó recibe una invitación del Club Ariadna para el Concurso Mundial de Laberintos. Participar en él será la única manera de salvar a Zyl.
La macabra Madame Aracné, famosa inventora, ha planeado para Iván el laberinto perfecto. Pero él no está solo en este difícil duelo: Anunciación, su antigua compañera del colegio Possum, y sus amigos, Ríos y Lagos, lo ayudarán a encontrar la salida.
Autor: Pablo de Santis
Saga: Sí
Páginas: 248
Editorial: Alfaguara (serie roja)
Año de publicación: 2011
Año de edición: 2011
Año de edición: 2011
Encuadernación: Tapa blanda con solapa
Pablo de Santis es uno de esos autores que puede traerte historias buenas, que lees de chica y lees de grande, y te gusta en ambos casos. En la segunda entrega de la historia de Iván Dragó, una nueva amenaza se cierne sobre Zyl, y nuestro protagonista debe ser el héroe de nuevo.
Plantas invaden el pueblo, un pueblo que empezó a recuperarse luego de los eventos del primer libro, y la única forma de detenerlas es si Iván accede a un desafío del Club Ariadna, especialista en laberintos, con Madame Aracné como cabecilla. Mujer talentosa que empezó con laberintos clásicos para luego ir a otros... más sutiles, pero no por eso menos complicados.
En el transcurso de la historia, Iván será ayudado por sus amigos, Ríos y Lagos, Anunciación, y algunos personajes pintorescos que te hacen acordar a esos tiempos en donde pensabas que el mundo era bueno (y luego abriste los ojos) y lleno de color. Iván tendrá que salir de un laberinto como nunca había visto, con pruebas fuera de lo usual, hasta poder encontrar la salida y salvar su hogar.
Es como un postre dulce y lleno de color, que llega en el momento ideal y está en su punto óptimo. Te llena la cabeza de color, de sonrisas, de emociones, y de ganas de seguir leyendo. Vale la pena, y mucho.
Nota final: 9/10
Plantas invaden el pueblo, un pueblo que empezó a recuperarse luego de los eventos del primer libro, y la única forma de detenerlas es si Iván accede a un desafío del Club Ariadna, especialista en laberintos, con Madame Aracné como cabecilla. Mujer talentosa que empezó con laberintos clásicos para luego ir a otros... más sutiles, pero no por eso menos complicados.
En el transcurso de la historia, Iván será ayudado por sus amigos, Ríos y Lagos, Anunciación, y algunos personajes pintorescos que te hacen acordar a esos tiempos en donde pensabas que el mundo era bueno (y luego abriste los ojos) y lleno de color. Iván tendrá que salir de un laberinto como nunca había visto, con pruebas fuera de lo usual, hasta poder encontrar la salida y salvar su hogar.
Es como un postre dulce y lleno de color, que llega en el momento ideal y está en su punto óptimo. Te llena la cabeza de color, de sonrisas, de emociones, y de ganas de seguir leyendo. Vale la pena, y mucho.
Nota final: 9/10
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