En el legendario mundo de los Siete Reinos, donde el verano puede durar décadas y el invierno toda una vida, y donde rastros de una magia inmemorial surgen en los rincones más sombríos, la tierra del norte, Invernalia, está resguardada por un colosal muro de hielo que detiene a fuerzas oscuras y sobrenaturales. En este majestuoso escenario, lord Stark y su familia se encuentran en el centro de un conflicto que desatará todas las pasiones: la traición y la lealtad, la compasión y la sed de venganza, el amor y el poder, la lujuria y el incesto, todo ello para ganar la más mortal de las batallas: el trono de hierro, una poderosa trampa que atrapará a los personajes ... y al lector.
Título: Juego de Tronos
Autor: Greoge R. R. Martin
Saga: Canción de hielo y fuego (1/5)
Páginas: 795 (incluyendo extras)
Editorial: Plaza & Janés
Edición: Rústica
Precio: $280
Para criticar hay que saber. Si criticas un libro, debes leerlo primero. Y por eso empecé con el primer tomo de Canción de hielo y fuego, de George Martin. Publicado por primera vez hace dieciocho años (1996), con una serie emitiéndose hace un par de años y una legión de seguidores que, para algunos, es más molesta que la de Crepúsculo. Hasta el día de la fecha, lo último no me consta.
-Si le vas a quitar la vida a un hombre, tienes un deber para con él, y es mirarlo a los ojos y escuchar sus últimas palabras. Si no soportas eso, quizás ese hombre no merece morir.
La época en la que se desarrolla la trama podría ser la edad media, aunque hay elementos que le añaden su toque personal. Las estaciones que no se sabe cuándo terminarán (y que pueden durar años, décadas o toda tu vida), los Otros, los huevos de dragón... hay elementos más realistas, tomados de la historia humana, a veces al detalle. Es bien sabido que uno de los puntos centrales es el Trono de hierro, y la guerra por él: los motivos de cada facción es lo sorprendente, ya que se empieza a poner la maquinaria en movimiento casi sin que te des cuenta, y de golpe y porrazo estás frente a una batalla con los otros señores, a tu favor o en contra.
-Dime, Ned. ¿De qué sirve llevar la corona? Los dioses se burlan de las plegarias de reyes y pastores por igual.
Las escenas de sexo puede que hayan contribuido a su éxito, o quizás la mortalidad de los personajes, que son cientos. Nadie está a salvo en manos de Martin y todos pueden morir: tal y como en las guerras de la vida real. No es que sea un sádico, así es la guerra, la traición y los secretos que cuestan vidas. Bien lejos estamos de los libros de fantasía juvenil, donde nadie se muere y todo termina con final feliz. Esta historia no ha terminado aún.
-Los dioses saben que soy inocente. Prefiero su veredicto al juicio de los hombres. Exijo un juicio por combate.
Los tres personajes que más me gustaron son Arya, Tyron y Daenerys. Arya Stark tiene que enfrentarse a la perfección de su soñadora hermana Sansa, una niña fantasiosa que aún cree en los hermosos príncipes azules, y ve en Joffrey Lannister a su ideal de príncipe. Arya, por otro lado, poco tarde en descubrir lo malvado que es Joffrey, y cuántas ganas tiene su hermana de esconder al realidad para aferrarse a sus fantasías. Sabe que lo suyo no es el bordado, los vestidos bonitos, los deberes de la corte y todo eso que Sansa hace tan bien, sino la acción. Recibe una espada de su (medio, según Sansa) hermano Jon, y eso será de vital importancia para los eventos que se desarrollarán con posterioridad en el libro. A la miércoles las princesitas de cuentos de hadas, ella es una chica de armas tomar.
-Mi mejor arma está en el cerebro. Mi hermano tiene su espada; el rey Robert tiene su maza, y yo tengo mi mente... Pero una mente necesita de libros, igual que una espada de una piedra de amoldar, para conservar el filo. Por eso leo tanto, Jon Nieve.
Tyron Lannister es el único miembro de su familia que me ha caído bien. Sabe que el ser un enano lo limita físicamente, así que se concentra en su cerebro, en el poder de sus palabras, en su astucia y en cómo poder salir de las situaciones en que ha sido colocado, muchas veces contra su voluntad. Su lengua es más poderosa que las armas: logra reunir un pequeño ejército con sus palabras. Ingenioso, inteligente, carismático, comprensivo con quienes no están en la mejor de las posiciones y muy avispado, no es de extrañar que sea uno de los personajes más queridos de la serie.
-El pueblo llano, cuando reza, pide lluvias, hijos sanos y un verano que no acaba jamás. A ellos no les importa que los grandes señores jueguen a su juego de tronos, mientras los dejen en paz. Pero nunca los dejan en paz.
Daenerys de la Tormenta, o Daenerys Targaryen, es el personaje que más crece en todo el libro. La primera vez que la vemos, es una muchachita de trece años, llena de miedo y dependiente de su hermano. Es vendida a una tribu de jinetes de caballos, nómadas que viajan a lomos de sus corceles por tierra y no sienten deseos algunos de cruzar el mar. En el transcurso del libro, Daenerys madura, se hace más fuerte, comprende qué es ser realmente de la sangra del dragón, y recibe tres huevos, que en el capítulo final sorprenderán con su destino. Su evolución es inspiradora, su adaptabilidad a los tiempo duros es loable, y la forma en que evoluciona su relación con quienes la rodean, ya sea su esposo, su hermano o sus leales sirvientes, se nota capítulo a capítulo.
-Cuando se juega al Juego de Tronos, sólo se puede ganar o morir. No hay puntos intermedios.
La historia es cruda. No esperen cuentos de hadas, o elfos, o magia a raudales. Hay, sí, pero tan poca que es aún más preciada,o terrible, de lo que se ha leído en obras llevadas a la pantalla en los últimos diez o quince años. Cada personaje es un mundo, con sus matices, sus secretos, sus ambiciones y lealtades. No hay dos iguales, y es mejor que no te encariñes con ninguno. cometen errores, y esos errores pueden llevarlos a la muerte.
De todo el libro, hay una frase que puede resumir, con una sencillez abrumadora, lo que sucede en toda la saga. Está puesta casi al descuido, como para que no le prestes atención, y es esta:
El Trono de Hierro estaba lleno de trampas para cazar al incauto.
Todos los sucesos que se desarrollan en el libro se deben a la batalla que tiene como fin último, aunque no único, la posesión del Trono de Hierro, forjado con espadas. Es incómodo, lleno de filos y puntas, y poco práctico, pero la imagen que das allí es de un señor con gran poder. Y todos lo quieren: ya sea para sí, para que no lo tenga otro, por venganza, por "justicia", porque no le corresponde a él porque no es quien se cree que es...
Debo admitir que las últimas trescientas o doscientas páginas se me hicieron pesadas. ¿Otra vez una guerra medieval? ¿Es que es lo único que sabían hacer? Sí, sí, los motivos de cada lado difieren, tienen sus razones, no hay otra manera... ¿de verdad que no la hay? Los señores guerrean y le pueblo se muere. Hubo partes en donde me aburrí sobremanera, pero repuntaba con los capítulos de mis tres personajes favoritos. Es por eso que tiene un ocho, y no una nota inferior.
Nota final: 8/10
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