¿Alguien ha podido olvidar a Artemis; aquel niño que puso en jaque la estabilidad de las especies chantajeando a las criaturas mágicas?
En esta segunda parte descubrimos que Artemis tenía razón: su padre está vivo, secuestrado en algún lugar del Artico.Por otro lado, el mundo subterráneo, con el comandante Remo y la capitana Canija a la cabeza, no está viviendo lo que se dice su mejor momento. El comandante Remo necesita saber quién es el humano que trafica con ellos y Fowl necesita ayuda para rescatar a su padre ¿ Serán capaces de entenderse?
Autor: Eoin Colfer
Saga: Sí (Artemis Fowl, primer tomo)
Páginas: 320
Editorial: Montena
Año de publicación: 2008
Número y año de edición: segunda, 2014
Número y año de edición: segunda, 2014
Encuadernación: De bolsillo
Allá lejos y hace tiempo, me leí hasta el tercer o cuarto tomo de la saga, tras lo cual le perdí la pista. Los PDF nunca son cómodos de leer, pero a falta de algo mejor, tuve que conformarme... hasta que mi biblioteca local trajo todos los tomos de las saga.
Artemis ha salido bien librado de su primer encuentro con las Criaturas, pero sus andanzas no terminan allí. Tal parece que su padre estaba vivo, y lo sigue estando, aunque no por mucho tiempo. La mafia rusa nunca fue muy pacífica ni paciente, y parecen no tener intenciones de dejarles con vida, una vez les entreguen el dinero del rescate.
En el subsuelo, las cosas tampoco están tranquilas: Holly Canija descubre algo que bien podría traer a los Fangosos al Subsuelo, y tiene un sospechoso. De nuevo, Artemis es el primero en la lista, pero resulta que, esta vez, es inocente. Hay alguien más tras el contrabando de pilas, la organización de los goblins, y la cascada de acontecimientos que se suceden.
En este segundo tomo, Artemis deja de ser, aunque sea un poco, un mocoso irritante. Muestra su lado más humano al ir a rescatar a su padre, aunque su plan inicial no salga como lo planeó. Juliet y Angeline, la madre de Artemis, no aparecen en este tomo debido a unas vacaciones. En vez de eso, aparece Opal Koboi, una muchacha con mucho talento que es víctima de diversos ataques de goblins.
Con los ataques de goblins bajo la superficie, y el rescate de Artemis padre sobre el hielo del Ártico, este tomo no decepciona en cuanto a la acción. Hay inventos ingeniosos, de más de una fuente, y situaciones en donde el pensar fuera de la caja salva el día. Y el Subsuelo. Y a Artemis padre. Y a los protagonistas, de paso.
A mitad del tomo se pone en evidencia quién está detrás de los ataques, de la organización de los goblins, y cuáles son sus motivos. La sociedad subterránea no es tan bonita como se la pinta, aunque Holly y Opal se lo toman de distintas maneras. Quizás se deba, también a que han tenido distintos entornos con diferentes personas a su alrededor. Lo que no me ha gustado es que, otra vez, una mujer ambiciosa es mala, sin más. Ese me pareció el punto más bajo de toda la novela.
Dejando eso de lado, el segundo tomo está a la altura del primero, reintroduciendo algunos personajes queridos, otros nuevos, y ampliando algo lo que sabemos sobre el Subsuelo.
Nota final: 8/10
Allá lejos y hace tiempo, me leí hasta el tercer o cuarto tomo de la saga, tras lo cual le perdí la pista. Los PDF nunca son cómodos de leer, pero a falta de algo mejor, tuve que conformarme... hasta que mi biblioteca local trajo todos los tomos de las saga.
Artemis ha salido bien librado de su primer encuentro con las Criaturas, pero sus andanzas no terminan allí. Tal parece que su padre estaba vivo, y lo sigue estando, aunque no por mucho tiempo. La mafia rusa nunca fue muy pacífica ni paciente, y parecen no tener intenciones de dejarles con vida, una vez les entreguen el dinero del rescate.
En el subsuelo, las cosas tampoco están tranquilas: Holly Canija descubre algo que bien podría traer a los Fangosos al Subsuelo, y tiene un sospechoso. De nuevo, Artemis es el primero en la lista, pero resulta que, esta vez, es inocente. Hay alguien más tras el contrabando de pilas, la organización de los goblins, y la cascada de acontecimientos que se suceden.
En este segundo tomo, Artemis deja de ser, aunque sea un poco, un mocoso irritante. Muestra su lado más humano al ir a rescatar a su padre, aunque su plan inicial no salga como lo planeó. Juliet y Angeline, la madre de Artemis, no aparecen en este tomo debido a unas vacaciones. En vez de eso, aparece Opal Koboi, una muchacha con mucho talento que es víctima de diversos ataques de goblins.
El principal problema era que los goblins eran criaturas tontas de remate. Sólo hacía falta que a uno de ellos se les olvidase protegerse con el escudo, para que las fotos de goblins rebotasen de los satélite a las emisoras de noticias del mundo entero, y entonces, los Elementos del Subsuelo, el último reducto son Fangosos el planeta, sería descubierto. Cuando eso sucediese, y teniendo en cuenta que la naturaleza humana era como era, la contaminación, la especulación subterránea y la explotación laboral serían consecuencias seguras.
Con los ataques de goblins bajo la superficie, y el rescate de Artemis padre sobre el hielo del Ártico, este tomo no decepciona en cuanto a la acción. Hay inventos ingeniosos, de más de una fuente, y situaciones en donde el pensar fuera de la caja salva el día. Y el Subsuelo. Y a Artemis padre. Y a los protagonistas, de paso.
A mitad del tomo se pone en evidencia quién está detrás de los ataques, de la organización de los goblins, y cuáles son sus motivos. La sociedad subterránea no es tan bonita como se la pinta, aunque Holly y Opal se lo toman de distintas maneras. Quizás se deba, también a que han tenido distintos entornos con diferentes personas a su alrededor. Lo que no me ha gustado es que, otra vez, una mujer ambiciosa es mala, sin más. Ese me pareció el punto más bajo de toda la novela.
Dejando eso de lado, el segundo tomo está a la altura del primero, reintroduciendo algunos personajes queridos, otros nuevos, y ampliando algo lo que sabemos sobre el Subsuelo.
Nota final: 8/10
0 comentarios:
Publicar un comentario