Pocas veces me he topado con un libro que termino abandonando. Intento ser lo más coherente que pueda: para criticar hay que saber. A veces, sigo por pura fuerza de voluntad, pero hay veces en las que digo, simplemente "No". No vale la pena ni siquiera por lo malo (tan malo que es bueno, o en este caso, tan malo que es horrible) que es, o por ese detalle que lo hace salvable. De momento, hay pocos, pero no soy una Nagina: no puedo leer las redes de los posibles futuros.
De momento, hay dos:
"La guardia de medianoche" de Sarah Jane Stratford. Sospechaba que incluiría vampiros, y no me equivoqué. Empezó algo flojo, pero siguió de forma tal que del aburrimiento pasé a la irritación. Los nazis son malos, muy malos, y los vampiros deben de defender su fuente de alimentación, la humanidad. Sí, sí, capto. ¿Algo nuevo, interesante, que no me de ganas de tirar el libro hacia la pared? No, nada. Relaciones trilladas, teorías absurdas, personajes con los que no sentía empatía sino ganas que los nazis los descubrieran para que dejasen de jorobar, y la lista sigue. Lo dejé a las cincuenta páginas, creo, si no antes. Muy olvidable.
"El sello" de Adriana Koulias. En este caso no se trata de un mal libro, sino de un tema que no me atrajo en lo absoluto. Templarios, signos sagrados, historias, secretos, intrigas y demases, mezclados con lo que parece ser magia negra. No me gustó, aunque está bien redactado, debido a la mezcla de violencia gráfica, un tema que a mis ojos no es nada atractivo, un inicio que me pareció risible debido a mi ser racional (yo, que adoro las novelas fantásticas e imaginativas, sentí un rechazo cada vez más potente ante el inicio del libro - me pareció la de un videojuego de búsqueda de objetos de Big Fish), y la sensación que había libros más de mi gusto allá afuera. No es malo: sólo no soy el público a quien podría gustarle. Asumí un riesgo al salir de mi área de comodidad y fallé, demostrándome a mí misma que soy una persona imperfecta y que, a veces, se equivoca. A por otro libro, que hay muchos en el mundo.
Primeros libros de la sección que, lo sé, no se quedará aquí.
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