miércoles, 27 de mayo de 2015

Reseña: "Ángeles caídos", de Susan Ee

16:23 Posted by Unknown , , No comments
Han transcurrido seis semanas desde que los ángeles del Apocalipsis descendieron para destruir el mundo. Las pandillas callejeras gobiernan los días mientras el miedo y la superstición dominan la noche. 
Unos ángeles beligerantes secuestran a la hermana pequeña de Penryn, y ella hará hasta lo imposible para recuperarla. Incluso pactar con un ángel enemigo que yace moribundo y sin alas en medio de la calle. 
Raffe y Penryn dependerán el uno del  otro para sobrevivir. Ella arriesgará todo para rescatar a su hermana y él se pondrá a merced de sus más temibles enemigos para recuperar su grandeza perdida.


Título: Ángeles caídos

Autora: Susan Ee

Saga: Sí (El fin de los tiempos)

Precio: $200

Páginas: 361

Editorial: Gran travesía (Océano)

Año de publicación: 2014

Encuadernación: Tapa blanda con solapa


Una agradable sorpresa fue encontrarme este libro en la Feria, uno de los pocos de mi lista (reducida) que logré hallar (pese a todo). Esta edición se ha cuidado en los detalles: en la portada hay siete espadas que no se ven a simple vista, sino a contraluz, de un material transparente. Además, apenas abres el libro te encuentras con un par de alas dibujadas en negro sobre el fondo blanco del papel. Pequeños detalles que suben su valor de tapa a ojo de quien mire.


Pero lo que realmente me convence de que llegó el Apocalipsis es el crujido de los teléfonos móviles bajo mis pies. Nada más que el fin del mundo llevaría a nuestros nerds ecocoscientes a tirar a la calle sus dispositivos móviles más modernos. Es casi un sacrilegio. Aunque esos apratos no valgan nada ahora .

Susan Ee nos trae un mundo apocalíptico en donde, al aprecer, Dios se hartó de la humanidad y decidió que era hora que sus ángeles bajasen a destruir a los mortales (pero no al estilo Evangelion, en EEUU no hay mechas disponibles, je). La historia comienza seis semanas después del primer ataque, cuando la población ya ha disminuido, las pandillas asolan las calles, y nuestra potagonista tiene que defender a su familia: una madre esquizofrénica con delirios religiosos, y una hermana menor en silla de ruedas. Su padre las abandonó poco antes de la invasión.


Penryn, la protagonista, ha logrado sobrevivir durante todo ese tiempo, y no sólo por suerte, sino por sus habilidades. Su madre la ha instado a saber defenderse de una agresión, y ese talento le sirve en muchas ocasiones. En especial cuando un ángel se lleva a su hermana, y su madre desaparece por enésima vez. Con sólo un ángel sin alas de compañía, con sus alas como rehén y con el tiempo y el mundo en contra, Penryn debe hacer hasta lo imposible para salvar lo que queda de su familia.


—¿Cuál es tu nombre? —Le pregunté. No necesito saberlo. De hecho, no quiero saber. Darle un nombre lo hace parecer como si estuviéramos de alguna forma en el mismo lado, algo que nunca podemos estar. Es como reconocer que podemos llegar a ser amigos.


Este primer tomo nos muestra cómo es el mundo después de un ataque angelical, en donde los mismos ángeles se preguntan por qué los ven tan buenitos si, por lo general, les mandan a destruir cosas o personas, no sólo a anunciar buenas nuevas.

-Los ángeles son criaturas violentas.
-Creo que me había dado cuenta de eso. Solía pensar que eran dulces y bondadosos.
-¿Por qué pensarías eso? Incluso en su Biblia somos los mensajeros de la muerte, dispuestos y capaces de destruir ciudades enteras. El hecho de que en ocasiones advertimos a alguno de ustedes no quiere decir que seamos altruistas.


Olvídense de romances tipo flechazo, en el que todo va como la seda y los problemas les suceden a los demás. Aquí, tanto Penryn como Raffe (me causa gracia que el ángel se llame como una cadena de perfumerías) se detestan, y se ven obligados a cooperar porque el mundo no es amable con nadie. En especial, si tus heridas te hacen blanco fácil, y pueden vender tu cuerpo por comida u otros medios de supervivencia.


No soy más que una hormiga en el campo de batalla de los dioses. No hay lugar para el orgullo o el ego, y apenas hay lugar suficiente para sobrevivir. Pero no puedo evitarlo. ¿Quiénes se creen que son? Podemos ser hormigas, pero este campo es nuestro hogar y tenemos todo el derecho de vivir en él.

Hay personajes interesantes, como los gemelos Dee-Dum, quienes al principio parecen ser sólo un par de muchachos atolondrados y llenos de hormonas. Pero resulta que son esa clase de personas que vale la pena disfrutar, porque desde la primera de sus apariciones demuestran que son más que eso, y lo hacen valer. Me hicieron recordar a los mellizos Fred y George, si fuesen algo más hábiles en tiempos del apocalipsis y menos dados a las bromas.

-No eres más que un pájaro con temperamento. Cierto, tienes algunos músculos, te concedo eso. Pero por si no lo sabes, un pájaro no es más que un lagarto que apenas ha evolucionado. Eso es lo que eres.

Cuando aparecen otros ángeles, se empieza a ver cómo es la relación que tiene Raffe con sus semejantes (y por Monesvol, en algunas partes no podía dejar de imaginarme a Raffe con cierto personaje, por las cosas que se dicen... casi me hizo dejar el libro para ir a buscar fanfics Yaoi de esos dos, porque SÉ que va a haberlos). La historia no era tan simple como se pensaba al principio, y detalles jugosos hay, ya que los angelitos podrán ser bellos cual fantasía de muchacha de quince años, pero algunos están tan podridos que no hay mucha diferencia entre ellos y los demonios del averno.

¿Y yo? Incluso ahora, con el mundo lleno de ángeles no logro creer en su Dios. Aunque debo admitir que a veces temo a sus demonios.

La historia transcurre con un ritmo algo extraño. Hubo veces en donde no quería dejar la lectura, y otras en las que casi estuve a punto de abandonaro. Además, hay algo en la forma en que está redactado, quizás por la traducción, que no termina de gustarme.




Lo que sí me ha gustado es la forma en que Ee admite otros puntos de vista. No se encuentra uno absoluto, en el sentido de "aquí la Biblia tiene toda la razón y los demás están equivocados", sino que se plantea la posibilidad que los ángeles tengan otro origen, como el extraterrestre. Se menciona de pasada pero se menciona, y eso me pareció un punto favorable.


Y las ciento veinte páginas finales, por Monesvol. Allí me dio la impresión que la autora quería terminar de hacer pedazos la idea de ángeles hermosos y buenos, y lo logra. Lo que han hecho los ángeles en su nido es algo repugnante, y la sensación que empieza a hacerse notar sólo va en aumento. Son bellos cual Gary Stu, y tan malnacidos y llenos de desdén que dan ganas de echarles a todos de unas cuantas patadas en sus bonitas caras.


Este primer libro me ha dejado con una sensación mezclada. Por un lado, a veces mis engranajes chirriaron, pero por el otro, me ha dado elementos suficientes como para hacerme desear leer el segundo tomo. Quizás más adelante.

Nota final: 8/10

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