Al principio pensé que todo iba a ser, más o menos, como las dos primeras versiones de "Luna violeta". Resultó algo complicado el emparchar lo que quedó cuando decidí que un par de personajes no eran necesarios, que quería dar otro enfoque, y que el final iba a ser uno completamente diferente. Costó, pero una vez pasada la primera semana, resultó mucho más sencillo.
Ayudó el que pusiese música acorde (la banda sonora de Utena, tanto la serie como la película, fueron muy buena idea) y que me fijase un objetivo que ya había logrado antes, cincuenta mil palabras en un mes. Pasé de estar por debajo del límite mínimo el primer mes a reducir días. Que sólo me haya adelantado uno no importa, ya es un avance en el ritmo de escritura que tenía hace un par de años. El té al lado para energizarme y tomarme un tiempito cada día fueron muy beneficiosos. Y una de las herramientas que mencionaron en el NaNoWriMo del año pasado fue el Write or die. Lo empecé a usar hoy, porque quería terminar antes de determinada hora, y al menos el primer día, me funcionó. Veremos cómo sigue.
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