Reseña: "El otro Drácula", de Tony Mark - La otra cara (sexy) de un clásico

¿Y si Drácula no hubiera sido el monstruo sanguinario que cree la gente? ¿Qué conocemos realmente de su historia, sino la versión que ha dado Bram Stoker? Parece ser que existe otra, escrita un año antes de la publicación del mítico Drácula: es el diario de Jonathan Harker, ambicioso joven, pasante de notario, enviado al castillo del conde para negociar la venta de una propiedad. Es precisamente esta versión la que nos ofrece Tony Mark. Un texto asombroso y que no podía ser publicado en una Inglaterra victoriana y puritana. La novela de Stoker ya había aparecido como una destilación impregnada de todos los símbolos de una sexualidad rechazada, pero sin embargo ardiente. “Nunca has conocido un Drácula como este” El otro Drácula va aún más lejos, hacia el mundo del placer prohibido y de la lujuria; con un vampiro ávido de savia más que de sangre... Un nuevo enfoque muy erótico de este mito universal, escrito en el estilo de la época. Una transgresión literaria apasionante, donde, entre perplejidad y emoción, el lector descubre otro Drácula.

Sí, hay versiones no censuradas

Título: El otro Drácula

Autor: Tony Mark

Traducción: B. Garcés

Luego de una Feria del Libro de Buenos Aires tan decepcionante, sólo me queda esta vía para poder leer títulos que no encuentro por ningún sitio en formato físico. No es de extrañar, visto del tema que se trata. La diversidad sexual viaja más rápido en PDF que en el formato clásico. La democracia en la cultura parece venir de internet, no de lo que se disponga en libro físico. Sigh.

Mira, E. L. James, así es como se escribe un libro con escenas pornográficas, basándose en los personajes de otro libro.

Un recuento de la famosa novela de Drácula, escrita por alguien que ha leído y disfrutado del libro original, y que se puso a pensar de qué otra forma podría haber sido. Y qué sabrosas son las escenas, mayoritariamente de sólo varones, aunque hay algunas con sólo mujeres y alguna que otra con ambos sexos. Esto no es pornografía sin trama: muy por el contrario, esas escenas son indispensables para comprender lo que sucede en este libro y por qué el otro narra lo que narra.

Jonathan Harker tiene otra historia que contar, historia a la que se le suman las de otros personajes (Van Helsing, Renfield, el mismo conde, etc.), y es de la clase que no se podría haber publicado en la época en que acontecieron los hechos. Si bien la novela no es perfecta, lo que narra y cómo lo narra hacen que pases por alto sus detalles algo ásperos. Arroja otra luz sobre los personajes: los malos pueden no serlo tanto, los buenos tienen sus caras ocultas, y se relacionan los hechos de la novela con otros acontecidos con anterioridad en Inglaterra.


Bono: el nombre del ángel rubio, que no se revela sino hasta el final. Hombre, ese detalle fue genial.

Nota final: 9/10