Ugh.
No me acuerdo por qué pensé que este libro sería una buena idea. Quizás el arte de la portada, o algo en el sumario de la contratapa, o alguna buena reseña en los blogs que sigo. Sea como sea, lo saqué de la biblioteca para echarle una ojeada... Y me encontré, bastante antes de la mitad del libro, echando la cabeza hacia atrás en exasperación.
Hay algo en la fórmula de "chicos ricos de escuela elitista" que me harta, en especial
cuando la protagonista es una chica muy por debajo en clase social. Sea en el formato que sea, el ver que se está usando esa clase de personajes ya es empezar mal.
Pero vamos, me dije, leamos lo que sucede y no juzguemos tanto.
Cincuenta páginas me duró el ánimo.
La autora cae en lo mismo que muchos otros: no hace, dice. A veces, más de una vez, como para asegurarse que captemos, como si no tuviéramos el CI como para adivinarlo, o esforzarnos en investigar. La trama, que en ocasiones tiene pinceladas de algo interesante, se hace cada vez más y más aburrida, y justo cuando los personajes dejan de ser todos iguales y pasan a tener algo de individualidad, apenas una pátina, pero vale.
Detesto a un par de los chicos ricos, el profesor ya se sabe a lo que va apenas aparece, y el pasado de todos, de todos los personajes, se revela mal y tarde. O temprano, quizás. Si bien hay cierto encanto en la forma de escribir de Stiefvater, los personajes me dan igual, en el mejor de los casos, o me repelen, en el peor.
Llegué a la mitad del libro y me dije que no valía la pena seguir leyendo. Hay mejores novelas, mucho mejor escritas, allá afuera. Lo dejé de lado, sabiendo que nada me he perdido. Una mezcolanza que no me convence, de brujas, adivinadoras de la fortuna, líneas ley, reyes galeses enterrados en otros continentes... Meh.
Me iré en la búsqueda de otros mundos más de mi agrado.
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