Reseña: "Cinder", de Marissa Meyer - Cenicienta, cyborg en un reino amenazado por Luna

Luego de la devastadora cuarta guerra mundial, humanos y androides se apiñan en las calles de Nueva Beijing. Una enfermedad mortal está arrasando la población. Y desde el espacio, la reina lunar observa cómo la peste lo va devorando todo, confiada en lograr el control del planeta.

Cinder tiene 16 años y trabaja como mecánica. Su pasado es un misterio; su presente no puede ser peor, bajo la tutela de su madrastra, que la denigra constantemente. Hasta que su camino se cruza con el del príncipe Kai, y se ve en medio de un conflicto intergaláctico y de un amor imposible. Atrapada entre la peste y un gran secreto, no sabe si escoger la libertad o la inmolación, hasta que ya no puede elegir. Sin embargo, ella es especial. Ella es la única salida. Después de todo, así son los cuentos de hadas...

Título: Cinder

Autora: Marissa Meyer

Saga: Sí (Crónicas lunas. Scarlet)

Páginas: 409

Editorial: V&R

Edición: tapa blanda con solapa

Año de publicación: 2015

Precio: $220

Este es uno de los libros que estaba persiguiendo hace bastante, desde que vi las reseñas en otros blogs. La historia de "chica pobre se enamora de hombre poderoso" es una mil veces contada, pero esta está muy lejos de ser esas a las que se le ve el esqueleto. Esta novela tiene sabor, un sabor exótico, interesante, adictivo y atrapante.

Nueva Beijing, en un futuro donde la Tierra se ve azotada por la peste y la amenaza de una guerra con Luna, es el hogar de Cinder, una cyborg mecánica que vive con su madrestra y sus dos hermanastras, Pearl y Peony. Sólo Pearl la trata como una persona, y el resto de su familia no cesa de recordarle que no la ven así. Un día, recibe la visita del príncipe Kai en su taller, quien le pide que repare su androide, y allí empieza todo.

Bueno, no, allí no empieza todo. Quizás cuando vino la peste. Quizás cuando terminó la Cuarta Guerra Mundial. O cuando el padrastro de Cinder la rescató, amnésica, perdida y herida, la convirtió en cyborg y la trajo a su casa. Lo que sí es cierto es que, en las primeras páginas de la novela, se nos presenta a una muchacha trabajadora, cínica, con la esperanza de encontrar una vida mejor que la que tiene, con el encargo de reparar a la androide del príncipe, y tiene todas las intenciones de hacerlo.

—No lo sé. En realidad, no recuerdo nada que sea anterior a la operación.
El hombre enarcó las cejas. Sus ojos azules absorbieron toda la luz de la habitación.
—¿La operación de implantes biónicos?
—No, de cambio de sexo.

Después de todo, las damiselas de todo el reino desean estar cerca de su majestad, cuando sea el baile... y Cinder no tiene intenciones de ir. ¿Para qué? Ella ya tiene bastantes problemas en su vida: una madrastra que la odia porque la considera el motivo por el cual es viuda, una hermanastra mayor que no la quiere ver, y su otra hermanastra, la única que le muestra aprecio, no tarda en sufrir por sus buenas acciones.

—Escapar de Luna es difícil, llegar a la Tierra es la parte sencilla. Los lunares saben cómo camuflar sus aeronaves y entrar en la atmósfera terrestre sin ser detectados.
Magia. Cinder se removió inquieta.
—Tal como lo describe, parece como si escaparan de una cárcel.
El doctor Erland enarcó ambas cejas.
—Sí. Eso es exactamente lo que es.

La forma en que Meyer narra esta historia es refrescante. La vieja historia clásica de cuento de hadas toma forma en un mundo futurista, donde hay discriminación racial entre cyborgs y humanos, además de lunares, que no son bien recibidos pero de todas maneras viven en la Tierra, temor ante la peste, tensión por el reino de Luna y su bellísima reina Levanna. La historia, si bien a veces se vuelve algo predecible (fuera de la estructura de cuento de hadas), mantiene un buen nivel en prácticamente todo momento. Pocos fallos le he encontrado, y ninguno que valga la pena mencionar.

Además de la historia, la edición es bonita: el tipo de letra del título y el adorno en la parte superior de la pagina le dan un aire que hace que sea placentero el llegar a un nuevo capítulo, no sólo por la muy buena historia.

Nota final: 9/10