Esa fue la historia (al menos la segunda parte) de "El profesor y la sirena". Pensé que sería una obra de corte fantástico o, al menos, de realismo mágico, aunque olvidé que esa estilo parece haberse popularizdo algo después de la publicación de este libro.
Contiene cuentos variados, siendo el primero el que da título al libro, donde personajes de Italia (de sus ciudades, de sus campos, de sus orillas) transcurren su existencia ante diversas eventualidades. Ya sea que se haya descubierto que juegas a dos puntas con dos chicas, que ellas se haya enterado, y que termines en un local junto a un político retirado al cual todo tiempo pasado le parece mejor, o un trabajador al que la felicidad le ha llegado en forma de un panetone de siete kilos que te han dado en el trabajo, o un familia que ha logrado hacer fortuna en el campo. Las historias varían, siempre con personas de la misma nacionalidad del autor.
Son historias de gente normal, común, que ha tenido suertes seguidas de alguna desgracia, y que desean volver a las épocas en donde todo era mejor (para ellos). Algunos se refugian en el chusmerío, otros en el ensueño del idealizado pasado, otros en un intento de rebeldía inútil... y no me ha instado a seguir leyendo.
Quizás en otro momento retome su lectura, pero ahora veo otros libros que tengo en mi biblioteca y poco o nada me atrae seguir con este. Incluso la relectura de otros que me han encantado sobremanera me resulta más atractiva. Quizás sea el libro indicado, pero no el momento indicado para mí.
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