domingo, 23 de noviembre de 2014

National Novel Writing Month 2014: "La chica de los sábados sin cielo"

Y todo parecía ir demasiado bien.

Trama más o menos armada, personajes ideados, planteo listo. Las primeras 25.000 palabras no fueron tan sencillas como el año pasado, e incluso no escribí en un día, pero el promedio me salvó. Me salva. Al menos, la cantidad de palabras, pero una novela es más que un número determinado de palabras escritas, y este año me di cuenta de eso.

Chateando con un colega, uno de los dos que logré arrastrar este año al NaNoWriMo, me di cuenta que el problema no estaba en la trama, donde se cruzaban varias historias de forma más o menos lógica, sino la protagonista. Mientras más características de ella listaba, más me daba cuenta que no era parecida al protagonista de mi NaNoWriMo del 2013, sino que era casi igual. Y que esas cosas que funcionaban tan bien el año pasado, no lo hacían en esta trama, en esta novela, con esta protagonista.

Ya sé que borraré el diez por ciento de lo escrito de esta novela, y el resto será reescrito casi en su totalidad. Pero ese es el objetivo del NaNoWriMo: escribir el primer borrador, ver qué funciona y qué no, revisar, reescribir. Menos animada que el año pasado, pero aún decidida a terminar este año.

No me termina de gustar el que se pueda validar la novela a los veinte días. Sí, sí, quizás haya quienes puedan hacerlo, pero eso disminuye las posibilidades de una buena novela. Como escritora me conviene (como individuo que vende libros y no como parte de la comunidad de escritoras), como lectora, me perjudica. Es una opción, y nadie te obliga a usarla. No creo que la utilice sino hasta llegado el fin del mes. Bendito sea el fin del año en la facultad, el año pasado no iba a la facultad, ahora sí, y se nota la diferencia.

Continuaré.

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